Un ‘‘cheat meal’’, no es más que una comida trampa que se hace durante un régimen estricto de alimentación. Básicamente es saltarnos un día, el almuerzo o la cena de la dieta e ingerir algo que realmente nos apetezca, ya sea pizza, hamburguesa y por que no tal vez un chocolate o algún postre que nos gusta y deseamos. Que tengamos una comida trampa no significa que vamos a comer sin mesura hasta la saciedad. Lo ideal es aunque ingiramos algo que realmente nos apetece pues nos podamos controlar.

Los cheat meal tiene  algunos beneficios, uno de ellos es lo psicológico, nos ayuda a disminuir la ansiedad que se produce por llevar un ritmo de alimentación estricto de forma diaria. Así mismo, puede tener beneficios metabólicos, cuando se mantiene una dieta hipocalórica y muy estricta y se tiene una comida trampa o con niveles elevados de calorías, esto produce un empujón en el cuerpo e inicia una mejor absorción de los nutrientes y se estimula el gasto energético.

Al aumentar la ingesta de calorías se elevan los niveles de la leptina, que es una hormona que se libera del tejido adiposo, aunque también se expresa en el hipotálamo, que produce sensación de saciedad y disminuye el apetito. Además, esta hormona aumenta el gasto energético elevando la tasa de metabolismo basal y la temperatura corporal y aumenta la lipólisis en el tejido adiposo. También con la comida trampa nuestros músculos recargan los niveles de glucógeno muscular, por lo que tendremos más energía la próxima vez que realicemos nuestra rutina de entrenamientos. Más sin embargo, si aún se tiene un porcentaje elevado de grasa y lo que se desea es perder peso pues un cheat meal no solo puede retrasar el proceso, sino que puede incluso empeorarlo.

El consejo que ofrezco a mis pacientes es que los días antes del cheat meal empiecen a controlarse un poco más si es posible, y el mismo día que duerma bien, se hidrate lo suficiente y cuando haga su entrenamiento del día haga ejercicios de fuerza o de alta intensidad. También le recomiendo a mis pacientes que el día siguiente de la comida trampa no tenga remordimientos porque la negatividad psicológica no ayudará a continuar con su rutina diaria, y que modere el consumo calórico del día.

Debemos ir aprendiendo a controlar la calidad y la cantidad en un cheat meal, no debe ser un caos total. Incluso las trampas deben de planearse y realizarse con sentido común.